APRENDER A CONVIVIR

Aprender a convivir, no es cosa sencilla, pero es posible. Y la escuela ocupa un lugar privilegiado en este sentido, ya que viviendo con otros aprendemos a convivir. Por eso es necesario crear un ambiente en donde no solo se practiquen los valores de una buena convivencia, sino que se los estimule y promueva, mediante la participación, el diálogo y la reflexión.

Nuestra escuela cuenta con un reglamento institucional redactado por delegados representantes de cada sector de la comunidad educativa: padres, alumnos y docentes.

Al menos una vez al mes se reunen los alumnos delegados de cada grado con directivos del establecimiento para expresar inquietudes de sus compañeros, dudas y sugerencias de posibles soluciones.

Uno de los objetivos es que los niños acepten las normas que se establecen democráticamente de asumir sus responsabilidades y de comportarse solidariamente, respetando los interese del grupo y propios.